lunes, 12 de diciembre de 2016

miopes
































Yo no fui a Jardín de Infantes,no era tan común allá por los 60's.
Mi historia escolar empezó con Primero Inferior en una escuela pública de Caballito.
Bastaron pocos días en el aula para que la maestra llamara a mi madre para decirle:
-" Señora! Su hijo no ve bien! ", cosa que había pasado inadvertida para mis progenitores, tan atentos ellos.
Ese día se oficializaron mi condición de miope y mi estado eterno de rebeldía familiar. 

Los anteojos, las lentes de contacto junto con toda su parafernalia pasaron a formar parte de mi cotidianeidad, casi como un estado de normalidad esencial. Yo no veo tres en un burro o más cercano a nuestros paisajes, no veo un pomo.

La miopía podría ser considerada como una interfaz que funciona entre nosotros y el mundo, que se instala como una membrana vinculante carente de nitidez y proclive a la vida propia. No se ve el mundo, más bien se intuye. 
De ahí que los miopes suelen ser tímidos o retraídos pues navegan en visiones de una densidad algo viscosa.

Más allá de la miopía visual podemos pensar que exista una miopía mental? Una capacidad disminuida de poder pensar libremente?
Una deficiente subjetividad puede constituir una barrera deformatoria de nuestra capacidad de "ver" nuestro entorno inmediato, mediato y social.
Estamos transitando un momento político que parece inducir el desarrollo de una capa aisladora de toda solidaridad. Un sálvese quien pueda de nefasta consecuencia.

Somos universitarios, lo que exige la obligada mirada crítica a como dé lugar, miope o no.
Somos universitarios, desarrollemos la agudeza social, no sea cosa que nos quedemos perdidos entre el humo de nuestras miserias cortas de vista.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Greslin Geoffrey Photographie

3 comentarios:

  1. Yo si tuve preescolar (o lo que llamaban jardín de infantes al decir de María Elena Walsh o parvulario, españoles dixit) y lo que son las cosas amigos, también en el primer grado me mandaron al oculista. Nada de jugar a la pelota después de ver volar los anteojos y te no saber dónde estaba el arco ni yo. No poder entrar al mar y saber si piba de al lado era una piba o un pescador. Ir sabiendo que lo primero que uno debe hacer apenas se despierta es tener le mano hacia la mesa de luz y tomar los anteojos para darse poner en foco la realidad que nos rodea.
    Genial tu analogía con el momento y las circunstancias, eso si; estoy totalmente seguro que al menos vos el año próxima verás todo más claro.
    Abrazo no tan miope

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja! me hiciste reír amigo! Genial la peligrosa confusión entre la piba y el pescador jaja
      Abrazo de colegas de infortunio visual

      Eliminar
  2. nunca me olvido de una escena de chica, frente a la fuente del agua de Maldonado, por aquellos días era uno de los pocos atractivos que tenía Punta del Este antes de ser la meca de los artistas y del jet set
    vuelvo a mi escena....todos mirando la fuente que se movía rítmicamente al son de música clásica, bellísimo, allí estaba con mi amiga Belén y sus anteojos, como los que cuentan Barbosa y el Sir Alfred

    belén: (se saca los anteojos) - sabés que nadie puede ver la fuente como yo?
    moi: que suerte tenés!! prestame tus anteojos
    belén: no, no te sirven, pero te los presto
    moi: que lindo!!!!!

    yo había descubierto el “fuera de foco“, los pixelados mas sublimes y los mestizajes de color-luz nunca antes revelados para mí

    no siempre ver distinto es un problema, uno ve otras cosas, belén fue generosa con su mirada, me hizo entender desde chica que muchas cosas son mejor des-enfocadas

    besos miopes (es decir de cerca)

    ResponderEliminar