sábado, 17 de septiembre de 2016

organismo






































Ayer viernes, mientras sonaba la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires en diálogo con el imponente espacio de nuestro patio central, ante la atenta escucha de muchos que colmaban la planta baja y nuestras generosas barandas, me preguntaba en cuantas dimensiones se produce conocimiento en una comunidad.

En nuestro caso: en los talleres, en las aulas frente a magistrales teóricas, en los pasillos, en el saludo de cada día con cada personaje ya entrañable del pabellón, en la mirada fugaz de nuestro gato oficial, en los bares, en los rincones secretos, en las escaleras, en los abrazos, en las sonrisas?

Donde? 

Cada uno de nosotros somos parte de este maravilloso organismo que es el ámbito donde aprendemos, donde desatamos pasiones, muchas veces con esfuerzos demoledores, quizás, en algunos casos, hasta terminales.

Todos ponemos algo, todos sacamos algo, y algún sabio saber universal establece el equilibrio fundamental para que ésto siga y siga, adoptando las formas del momento.
Si de formas y saberes se trata, es nutriente estar atento para no pasar desapercibientes y mucho menos indiferentes a semejante espectáculo.

Alguien me dijo ayer, "que la música llene todo este lugar"...yo agregaría: que la música del pabellón nos llene el camino.

Abrazo
Gustavo Barbosa

como te quiero Negro!

4 comentarios:

  1. Imposible sobrevivir sin música. Corrección, somos música. Hagamos silencio y escuchemos-nos

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  2. una maravilla la orquesta de anoche, fue impresionante escucharlos y conmovedor ver la felicidad de los que escuchábamos, ese feedback que se da en vivo es magia pura

    rada, hermoso como siempre
    besos sinfónicos

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  3. olor a musica, no quedan huecos.

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