viernes, 20 de noviembre de 2015

frivolidades






































Los ciclos parecen calcados, capa sobre capa,
los que ya entramos en la dimensión del "en mi época", podemos testimoniarlo.
En un tiempo, las políticas permiten emerger los problemas sociales (reales)
en un tiempo emergen los "problemas" sociales de las clases medias,
para, en un giro elíptico, volver a empezar.

Momentos de conciencia por las desigualdades sociales, por la pobreza,
por el destino de los desclasados, por el otro como otro igual.
Momentos de conciencia palermizada, lobotomizada, o similar, con preocupaciones
de amplia trascendencia para el ombligo de los preocupantes (nada más)

Me cuesta imaginar un nuevo ciclo de frivolismo del desolado universo social
de las clases medias. Temerosas por los de abajo y envidiosas por los de arriba, como los hermanos del medio, suelen tener graves problemas de identidad por lo que suelen disparar constantes cataratas de mezquindades en sus decires y en sus haceres. 

El festival del sálvese quien pueda (mientras el que pueda sea yo, claro)

Nuestro universo Fadu por momentos detenta buena parte de esta frivolidad insustancial y veleidosa, lo que no nos exime de la búsqueda de ciertos equilibrios internos para controlar 
el avance viral de nuestra propia des conciencia.
Nuestras disciplinas pueden abrevar en la consistencia de nuestro posicionamiento responsable, o también pueden ser un cúmulo de lábiles inconsistencias ligadas a
intereses alejados del bien común. O una saludable mezcla de ambas. 
O lo que cada uno defina como el bien (o casi bien) la cuestión es no hacerse el distraído.

La frivolidad en dosis homeopática puede ser estimulante, pero como estructura imperante puede convertirse en un ataque masivo al equilibrio social.

Debemos estar alertas, la frivolidad suele venir en envases de un poderoso atractivo, 
está a la vuelta de la esquina, abunda más de lo deseado y suele tener una persistencia endemoniada. 

Abrazo (con antídotos)
Gustavo Barbosa

fotografía: Daniel Sannwald



6 comentarios:

  1. yo no soy hija del medio, soy la mas chica pero salgo en defensa de mi negrito que no salió resentido por su condición, jaja,
    si, es verdad esa clase media que no es ni medio buena, ni medio mala, ni medio nada, tal como dice benedetti en su poema (ese escrito te queda pendiente para una entrada especial barbosa!!! quizás sea para el lunes, tal vez....)
    es así esa clase que enuncia renuncias frente un hecho de injusticia y cuando llega el momento no largan nada y silban bajito, el sálvese quien pueda, tal cual
    hoy es un día brillante para mí y tengo esperanza en que las cosas aún se reviertan
    besos de ilusión

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    1. Es un día brillante para Moira porque es nada más ni nada menos que su cumpleaños! Salud por eso!!

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    2. brilla feliz Moira!!!!!!! salud!

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  2. Conciencia… me quedé atrapada ahí.-
    “En mi época” me contaron que Pinocho le preguntò al hada que era la conciencia…. dicen que le respondió: esa voz interior que nos hace distinguir el bien del mal….
    Pero uno crece y la cosa se complica porque el hada no desembuchó del todo... y el tiempo, que es re chusma y nada se calla.... te va cantando que hay distintas notas para una misma voz…. Notas que suenan a conciencias débiles, a conciencias cauterizadas, acalladas, desdibujadas, a conciencias exageradas…. en fin…. la escala musical completa!….. el tema para mí, y donde me quedé atrapada, es, en la necesidad de revisar esa escala a diario…. peinarse el corazón todas las mañanas para desanudar como bien decis, acordes envidiosos, mezquinos, miserables…. y que nuestra melodía sea tan clara, alegre y lo suficientemente pegajosa para mantenernos alejados de esa frivolidad que nos separa estúpidamente…. todo un desafío…. pero bueno.... voy entendiendo.... empiezan las vacaciones y don Barbosa larga tarea extra!

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    1. "peinarse el corazón..." que bueno Ka! impresionante ejercicio para todos los santos días, me encantó

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